Vistas de página en total

lunes, 11 de abril de 2016


REPASO DE LOS GENTILICIOS

¿QUÉ SON LOS GENTILICIOS?
Los gentilicios son adjetivos que determinan el lugar de origen de las personas o cosas.

Como adjetivos, tiene género y número y, por tanto, se escriben con minúscula y se pueden sustantivar para mencionar a una persona conocida por su lugar de origen:

“Juan el sevillano sabe mucho de deportes”.

AHORA VAMOS A HACER UN PEQUEÑO EJERCICIO DE REPASO:
CIUDAD
GENTILICIO
    •      San Sebastián
    •      Lérida
    •      Oviedo
    •      Lugo
    •      Tenerife
    •      Badajoz
    •      Cádiz
    •      Jaen
    •      Huelva
    •      Ávila





A CONTINUACIÓN, SE HACE LO MISMO PERO CON PAÍSES:
PAÍS
GENTILICIO

·         Brasil
·         Suiza
·         Buenos aires
·         Turquía
·         Jerusalén
·         Alemania
·         Hungría
·         Portugal
·         Rio de janeiro
·         Holanda





PISTAS:
Te añado los gentilicios tanto de las ciudades como de los países para que te resulte la actividad más sencilla pero no tan fácil:

*       Tinerfeña
*       Abulense
*       Gaditana
*       Jiennense
*       Ovetense
*       Pacense
*       Onubense
*       Ilerdense
*       Lucense
*       Donostiarra


*       Hierosolimitano
*       Tudesco
*       Fluminense
*       Bonaerense
*       Carioca
*       Lusitana
*       Otomana
*       Magiar
*       Neerlandés
*       helvético



NOTA: para hacer más ejercicios sobre gentilicios, te adjunto una página web:

Tercera tarea. El Quijote



Capítulo 7. De la segunda salida de nuestro buen caballero don Quijote de la Mancha. 




     Estando en esto, comenzó a dar voces don Quijote, diciendo:
   - ¡Aquí, aquí, valerosos caballeros!, ¡aquí es menester mostrar la fuerza de vuestros valerosos brazos; que los cortesanos llevan lo mejor del torneo!
     Por acudir a este ruido y estruendo, no se pasó adelante con el escrutinio de los demás libros que quedaban; y así, se cree que fueron al fuego, sin ser vistos ni oídos, La Carolea y León de España, con los hechos del Emperador, compuestos por don Luis de Ávila, que sin duda debían de estar entre los que quedaban; y quizá, si el cura los viera, no pasaran por tan rigurosa sentencia. Cuando llegaron a don Quijote ya él estaba levantado de la cama, y proseguía en sus voces y en sus desatinos, dando cuchilladas y reveses a todas partes, estando tan despierto como si nunca hubiera dormido. Abrazáronse con él, y por fuerza le volvieron al lecho; y después que hubo sosegado un poco, volviéndose a hablar con el cura, le dijo:
   - Por cierto, señor arzobispo Turpín, que es gran mengua de los que nos llamamos doce Pares dejar tan sin más llevar la victoria desde torneo a los caballeros cortesanos, habiendo nosotros los aventureros ganado el prez en los tres días antecedentes.
   - Calle vuestra merced, señor compadre -dijo el cura-, que Dios será servido que la suerte se mude, y que lo que hoy se pierde, se gane mañana; y atienda vuestra merced a su salud por ahora; que me parece que debe de estar demasiadamente cansado, si a no es que está mal ferido.
   - Ferido, no -dijo don Quijote-; pero molido y quebrantado, no hay duda en ello; por que aquel bastardo de don Roldán me ha molido a palos con el tronco de una encina, y todo de envidia, porque ve que yo solo soy el opuesto de todos sus valentías...


Glosario:
  • Prez: honor o consideración.
  • Ferido: lesionado, herido.


lunes, 4 de abril de 2016

¡LECTURA COMPRENSIVA!


Antes de comenzar la lectura:
1.- ¿Has pensado alguna vez qué pasaría si no existiera la escritura?
2.- ¿Cómo crees que se comunicaban las personas antes de que se inventara la palabra escrita?

MARIQUILLA LA PELÁ
A Mariquilla la Pelá, le dio la manía de no querer aprender a leer. Como era muy cabezota no escuchaba a los que le aconsejaban lo contrario. Hasta que un día... Lee lo que le pasó.
¡A: Mariquilla la Pelá!
¡E: porque no sabía leer!
¡I: porque no sabía escribir!
¡O: porque no sabía el reloj!
¡U: borriquito como tú!
Esta antipática coplilla era la que tenía que aguantar a todas horas Mariquilla en el pueblo. Todos los chicos se burlaban de ella, porque Mariquilla, que era muy salerosa, y se peinaba muy bien de rodetes, y se ponía unos vestidos muy bonitos, de flores, de frutas y de pájaros, tenía un defecto muy gordo: ¡No sabía leer!

Sí, sí, de veras que no sabía. Y lo peor era que no quería aprender. A la escuela no iba ni atada, y los libros no los miraba ni por el forro.

- A mí lo que me gusta es la radio, el cine y la televisión – le decía a su amigo.
Paquete -. ¿Y sabes por qué me gustan esas cosas? Pues porque todo se oye y se ve.
- Las letras también se ven, Mariquilla - le contestaba el chico, muy serio, abriendo se enciclopedia, su “enciclo”, como la llamaba para abreviar - . Mira, te voy a enseñar.
- ¡A mí déjame de jaleos, Paquete! Eso es más difícil que los crucigramas del periódico. No quiero llenarme de letras la cabeza, que a lo mejor se me despeinan los rodetes – y se marchaba tarareando, encantada de la vida -.
Llegó la Navidad y la madre de Mariquilla llamó a su hija y le dio una cesta con turrones, mazapanes y cosas ricas de esas, para que tía Etelvina celebrara también las fiestas.
- Ya sabes dónde vive tía Etelvina, Mariquilla. Al otro lado del bosque, en la casita que está junto al río. Vas todo derecho, todo derecho, y, si te pierdes, preguntas.
- Sí, mamá; descuida, que preguntaré – y Mariquilla, con su cesta navideña colgada del brazo, se fue, piano, pianito, a casa de tía Etelvina.
Al pasar delante de la escuela se encontró con Paquete, que, igual que hacía siempre, agitó en el aire su “enciclo” y le gritó:
- ¡Mariquilla! ¿Te enseño?
- ¡Vete a paseo, maestro Ciruela! ¡Estamos de vacaciones, y, además, ahora tengo mucho que hacer! – y encima le sacó la lengua.
Después siguió su camino, sin mirar atrás siquiera.
Antes de entrar en el bosque cruzó por delante de una granja.
-Por este senderillo llegaré antes, porque se acorta mucho – y Mariquilla se metió por allí, más contenta que unas pascuas.
A la entrada del camino había un cartelón muy grande que decía:
¡CUIDADO: PERRO PELIGROSO!
Mariquilla lo vio, pero como a ella lo que le gustaba era la radio, el cine y la televisión, no perdió el tiempo en descifrar aquellas letras.
Y, claro, el perro, un perrazo tremendo, salió, arremetió contra ella y le tiró la cesta.
Mariquilla no paró de correr hasta llegar a una valla. La saltó y se puso a mirar por una rendija cómo el perro se comía todas, todas las cosas ricas de la cesta, sin dejar ni una sola peladilla.
-¡Pobre tía Etelvina! – suspiró Mariquilla con mucha pena.
Bueno le diré que otro día le traeré más. Ella lo que quiere es verme, aunque sea con las manos vacías.
No se atrevió a volver ni a recoger la cesta siquiera, y siguió andando y andando. Entró en el bosque y, afortunadamente, no se encontró allí con ningún lobo, pero sí con otro cartel que decía:
¡PROHIBIDO EL PASO: ZONA PANTANOSA!
Claro, que como lo que le gustaba a Mariquilla era el cine, la radio y la televisión, porque las letras... etcétera, etcétera..., pues no se preocupó del rotulito y se fue metiendo y metiendo en un fangal enorme que había por aquel sitio, y cuanto más hacía por salir, más se le hundían las piernas, y los brazos, y todo.
Llorando y gritando pidió socorro y, cuando el guardia apareció entre los matorrales y le echó una mano para sacarla de allí, la pobre Mariquilla tenía el vestido todo desplanchado, y lleno de barro, y roto además.
- Pero, niña, ¿es que no has visto el cartel? –gruñó enfadado el guarda.
- Sí que lo he visto –contestó Mariquilla.
- Pues lo dice bien claro. ¡Y ya eres mayorcita para saber leer!
Mariquilla no quiso discutir y siguió su camino.
Antes de llegar a casa de tía Etelvina, Mariquilla vio otro cartel:
¡ATENCIÓN AL TREN: PASO A NIVEL!
Como ya estaba un poquito mosca, se puso a deletrearlo, pero no sabía juntar las letras y aquel cartel seguía sin decirle nada. Y fue y se metió en la vía en el momento en que un mercancías venía a toda velocidad, pitando como un energúmeno.
Mariquilla, asustada, no sabía si ir para atrás o para adelante. La locomotora apareció tras una curva y se le echó encima.
Gracias a una mujer que salió de una caseta con un trapo rojo en la mano, y que corrió hacía ella y la agarró del pelo, tirándola contra una valla, se salvó
Mariquilla de una muerte segura. Se salvó, sí, pero sus rodetes se deshicieron y se le quedaron unos pelos de un alborotado que daba lástima y miedo además.
Así entró en casa de tía Etelvina, que al ver a su sobrina en un estado tan lastimoso dijo:
“¡Jesús!”, y se desmayó.
Y al día siguiente, cuando Mariquilla se encontró con su amigo Paquete, bajó los ojos y le preguntó, sin mirarle:
-Oye: ¿tienes ahí la “enciclo”?
-Sí. ¿Por qué?
-Porque me parece que voy a dejar que me enseñes a leer. La radio, el cine y la televisión están muy bien, pero ¡hay cada cartelito por ahí...!


Comprueba si has comprendido:
1.- Escribe la descripción de Mariquilla.

2.- ¿Qué accidentes tuvo Mariquilla por no saber leer?


3.- Inventa una nueva secuencia para la lectura en la que a Mariquilla le ocurra algo desagradable por no saber leer.


NOTA: te dejo un link por si te apetece seguir practicando lecturas comprensivas. 
  • http://www.mundoprimaria.com/juegos-lenguaje/juegos-comprension-lectora-5o-primaria/